Propuesta 4: Storytelling

AMOR DE MADRE



Una noche mientras veía una película, tumbada en el sofá, me puse a pensar sobre que podía escribir mi “storytelling”. Y, ¡Yuuujuu! Por qué no hacerlo sobre el día más feliz de mi vida. Supongo que por el título alguno de vosotros ya os habréis imaginado que el día más feliz de mi vida fue cuando tuve a mis dos niñas. ¡Sí! Nada menos que dos niñas.

Vamos a comenzar desde el principio, cuando supe que estaba embarazada. La alegría fue inmensa, tanto para mi marido como para mí, pero también nuestros temores, miedos y dudas. ¿Lo haremos bien? ¿Seremos capaces? ¿Les fallaremos?... Pero fuimos positivos y pensamos que todo iba a ir bien, aunque el que fueran “dos bebés” complicaba todo un poco, sobre todo que el embarazo se había convertido de “alto riesgo”. Pero bueno, tengo que deciros que la cosa no pudo ir mejor ya que pude seguir trabajando hasta los siete meses y ¡Sorpresa! A los ocho meses nacieron sin ningún contratiempo mis dos “pequeñas hijas”. ¡Buah! No os podéis imaginar cuando vi por primera vez sus caritas, sus manitas y piececitos ¡eran tan chiquitinas!, fue una sensación tan hermosa y apabullante, creo que no se puede sentir más amor y ternura por dos personitas que acabas de conocer.

Pesaron muy poquito, ¡un kilo ochocientos gramos!, así que se tuvieron que quedar once días ingresadas en la UCI de neonatos del Hospital Clínico, hasta que cogieron un poco más de peso y nos las dejaron llevar a casa. Fueron días duros, ya que a mí me dieron el alta y regrese a casa, pero ellas se quedaron allí ingresadas. Sin embargo, ¡Qué nervios! ¡No os lo podéis ni imaginar! Cuando nos dijeron que ya nos las podíamos llevar a nuestra casa. ¡Qué ilusión! Cuando llegamos a casa y las echamos por primera vez en su cunita.

Desde ese día en que entraron por la puerta de casa, todo cambio. Cada día aprendíais algo nuevo y nosotros con vosotras lo mismo. No se me olvidará jamás cuando dijisteis vuestra primera palabra “ajo”, ni que aprendisteis a decir antes “papa” que “mama”… "buaaa". También recordaré siempre cuando disteis vuestros primeros pasos, vuestros primeros chichones, el cuando aprendisteis a nadar, a montar en bici o de cuando tocasteis por primera vez un pollito o un perro… En mi memoria también queda grabado vuestro primer día de clase, cuando entrasteis las dos cogiditas de la mano con vuestra bata de cuadros y la profesora os puso a cada una en vuestra fila. ¡Qué recuerdos!

Todos estos años hemos pasado tantas cosas juntas. ¡Hemos reído y llorado un montón! Y ahora habéis pasado de ser unas personitas indefensas, que nos necesitabais para todo, a ser ya unas mujercitas maravillosas. Tanto papa como yo estamos muy orgullosos de vosotras, ya que habéis aprendido mucho por el camino. Me encanta que seáis tan cariñosas, luchadoras, risueñas y responsables.

Ya empezáis a “andar solas”, por lo que quiero deciros que siempre estaré aquí para todo lo que necesitéis y que sabéis, que tanto papa como yo, os ayudaremos y apoyaremos en todo lo que queráis ser o hacer. Sabéis de sobra que os quiero mucho y que desde el primer día que os tuve en mis brazos deje de pensar en “mí” para pensar en “vosotras”. Habéis hecho que mi corazón sea más grande cada día porque en él ha habido una montaña rusa de emociones que me han ido enriqueciendo cada día más. Estoy encantada de poder recorrer con vosotras dos el camino de la vida. ¡Os quiero chicas!


Autora: Maricarmen

Comentarios