DESPUÉS DE LEER «EL REGALO» DE ELOY MORENO
Era un día gris, por fuera y por dentro, no sabía que podría convertirse en más oscuro unas horas después. Salía de mi trabajo donde algunos pacientes confiando en mi buena aceptación habían derramado sus tristezas y preguntas. Salía aturdida y algo mareada, con el estómago vacío a las tres de la tarde.
Tenía una cita, con un hombre mayor, cogí el metro, llegaba justa. Pase por el cajero, metí el dinero en mi cartera roja. Me duele la cabeza.
Un chico alto se me acerca, quizás demasiado cerca, pensé después. Me pregunta la hora, yo levanto mi brazo para verla y se la digo con una sonrisa.
Sigo caminando a mi cita. Me veo con él, hablamos, tengo que pagarle. ¡Oh, mi cartera no está! Mi cartera roja debería estar en el bolso, rebusco por el fondo, por los bolsillos, como si fuera el fondo de mi vida. Ausencia. Llega la rabia, sentimiento de impotencia, de haber sido engañada, "de, por favor, despierta de tu aturdimiento".
No pude pagarle. Me fui llena de preguntas y tristeza, como mis pacientes.
Autora: Marián
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