NO ME QUIERO LEVANTAR
Aprieto los ojos muy fuertes y dejo que se acompase mi respiración. ¡No te hagas la dormida y dame para el café!
Hace calor, aunque esta noche he sentido una fresca brisa en mi rostro.
Me da la tos, los pelos de Iris me hacen estornudar.
La foto de mi hija sonriendo me da felicidad.
He soñado con ella, en que la tengo que proteger.
Mi madre ya no es la que era, la demencia me la ha cambiado y quiero llorar.
El sol, cotilla, da en mi persiana y me doy cuenta de que la tengo que limpiar, aunque no será ahora. Otro día lo haré. Quizás si me levanto más temprano menos pereza me dará. A quién madruga Dios le ayuda, este refrán ¿a que se referirá?, con lo bien que se está en la cama, no me quiero levantar.
Hoy tengo el día torcido y lo tengo que arreglar. La alarma me acaba de sonar son las 8 de la mañana y me tengo que levantar, además, tengo ganas de mear y si no me levanto me lo haré encima. Ya he meado y me vuelvo a la cama. Me voy a hacer la remolona un cuarto de hora más.
Iris me mira, yo la miro y me da calma. Quizás el día no sea tan torcido, quizás mi día sea felizmente gatuno.
¡Ya me he duchado! El desayuno voy a preparar, un café para despejarme y unas ricas tostadas disfrutaré. Si alguien quiere venir que no venga ahora, pues aunque estoy duchada no estoy peinada. Que venga al mediodía, o para cenar y solo necesita una sonrisa para entrar.
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