Propuesta 9: Escritura automática

 


Un nuevo día ilumina nuestra vida. Cuando amanece hay grandes esperanzas de lo que nos espera. La luz nos quita muchos sueños pero nos coloca en la realidad de la vida. Vemos los contornos, los hechos y no nos podemos engañar. Iniciamos un tiempo nuevo, sin engaños todavía. Las tareas habituales nos conducirán a través de las horas, y solo debemos cuidar en hacerlas como si fuesen a servir a los demás.

Importante, un buen desayuno, claro, que sea nutritivo para nuestro cuerpo, pero que sus componentes procedan del respeto al medio. Hemos llegado aquí tras un rato de higiene, de limpieza, porque en nuestra vida nos han creado tantas protecciones que cada vez tenemos que cuidar más qué tocamos y qué contaminamos nosotras mismas.

Vivimos en un espacio, nuestra vivienda, donde el orden es necesario para la convivencia con otros. Lo que deshacemos y ensuciamos para cualquier actividad hemos de reponer a su estado, son cosas compartidas en su uso. Ciertamente aquí introduciremos alguna acción creativa, pensando en el tiempo en que confluyamos los que vivimos juntos para reponer fuerzas, pensar y preparar la comida de medio día. Ya tenemos comprados los ingredientes, hay que acondicionarlos, y, sobre todo, que resulten buenos para todas, queremos disfrutar de lo que nos llega al plato, unas verduras son muy digestivas y sanas, luego podemos recrearnos con un guiso o por algo rápido “vuelta y vuelta”.

Trabajamos, también, fuera de casa y el reloj nos marca el momento que debemos cortar en las labores caseras, todavía podríamos hacer algo más. Todas deben contribuir a esa parte de convivencia.

En el puesto de trabajo las relaciones con los compañeros seguramente son importantes para sacar el trabajo, se forma parte de un equipo, hay que hablar, organizar, elaborar, incluir en la actividad a más gente, proveedores, usuarios. Que al final de la jornada hayamos avanzado en nuestro cometido productivo o de servicio.

Cansada, con ganas de cambiar de actividad, con la ilusión de ver como está mi familia, retorno a mi casa y nos juntamos ante la comida. Hacemos resumen de esa mitad de la jornada pasada, nos interesamos por la de los demás y recordamos cosas pendientes para mantener el bienestar de la vida en común. Un descanso para los que ya no vuelven a la tarea productiva. Aún se cuela otra presencia, las noticias, un concurso televisivo, están integrados en nuestra convivencia. Una presencia omnipresente. Pienso que como muchas otras cosas podemos aprender a prescindir de esa presencia.

Parte de la tarde la empleamos en salir a la calle para proveer próximas necesidades y para encontrarnos con familiares, o bien la dedicaremos al cuidado de alguien que espera nuestro tiempo libre para compartirlo.

Cuando anochece volvemos con nuestros próximos y nos anticipamos preparando el día de mañana, una pequeña cena reparadora y descanso, que se llena de otras vidas y situaciones que aparecen en la TV. Un libro y damos tiempo para soñar y para la llegada del sueño.

 

Autora: Alicia

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